Alquilar una casa con opción a compra se convirtió de un tiempo para acá en una buena elección para aquellos que buscan tener una casa a largo plazo.
Gran parte de la gente habla mucho acerca de esta modalidad existente en el mercado inmobiliario, pero pocos realmente saben lo qué es. En caso de países como Estados Unidos, el alquilar una vivienda con la posibilidad a compra se conoce con el término rent-to-own.
Este concepto se basa en que la persona interesada en comprar firma un contrato de renta donde el dueño pide o solicita un porcentaje de la renta para el enganche de la casa. Ésta modalidad es muy típica entre los latinos en EE.UU.
De igual manera, se debe resaltar que normalmente, se llega a un acuerdo con respecto a una fecha límite para ejercer la opción de compra.
Al final o durante el contrato de alquiler, la persona tiene la posibilidad de continuar o terminar la intención de compra. En este tipo de arreglo el dueño usualmente se convierte en el banco y corre con el préstamo.
Este tipo de contrato faculta a los inquilinos para habitar una vivienda en régimen de arrendamiento durante el periodo de tiempo que se haya estipulado en el contrato.
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El dinero por renta de alquiler servirá para pagar la vivienda
Ahora bien, por qué debe alquilar una casa con opción a compra: una de las ventajas es que parte del dinero que todos los meses desembolsa el inquilino por concepto de renta de alquiler se utilizará en un futuro cercano para pagar una parte de esa vivienda.
Por otro lado, los compradores que no pueden calificar para un préstamo hipotecario pueden comenzar a comprar una casa con un contrato de alquiler con opción a compra.
Con el tiempo, pueden trabajar en la reconstrucción de sus puntajes de crédito, y es posible que pueda lograr optar por un préstamo una vez que sea el momento de adquirir la casa.
Otra ventaja es que en mercados con precios de vivienda progresivos, los compradores pueden obtener un acuerdo para comprar al precio de hoy (no obstante, la compra se realizará en el futuro).
En líneas generales se trata de un tipo de contrato que puede resultar beneficioso para ambas partes: para el arrendatario porque puede vivir de alquiler mientras invierte en una posible compra; para el arrendador porque, mientras el inquilino no compra, tiene su vivienda en alquiler.
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